Las 10 mejores cosas que ver en Bucarest
Palacio del Parlamento Rumano
El edificio más icónico de los que ver en Bucarest es el Palacio del Parlamento Rumano, conocido localmente como “La Casa del Pueblo” (así lo bautizó Ceausescu) o “La Casa Grande”. Se trata de un edificio mastodóntico. Imposible pasarlo por alto. Y es que ese era precisamente el deseo del dictador megalómano Nicolae Ceausescu. Era la culminación de su obra y estaba destinado a ser la nueva sede del Partido Comunista de Rumanía. Sin embargo, él nunca lo vería finalizado.
Se comenzó a construir en 1985 y no se finalizaría hasta 1997. Se trata del edificio más grande, no sólo de Rumanía, sino también de Europa y el segundo del mundo (sólo superado por el Pentágono). Sus medidas son 270mx240m y 86 m de alto y más de 20.000 personas trabajaron en su construcción.
Para construir semejante monstruo, tuvieron que derribar varios edificios de la zona vieja de Bucarest. Una auténtica pena. En el proceso cayeron – literalmente – algunas iglesias medievales, palacios barrocos y cuatro antiguas sinagogas.
Centro Histórico
En las décadas anteriores a la Segunda Guerra Mundial, Bucarest tenía un legado arquitectónico tal que provocaba comparaciones con París. La culpa de ello la tenían los palacios de estilo Art Nouveau y otros edificios del centro histórico cuya arquitectura recordaban a la capital francesa de la época.
Sin embargo, décadas de gobierno comunista y un terrible terremoto (en 1977), destruyeron parte de la zona.
Si quieres dar un paseo por una de las áreas más bellas que ver en Bucarest, todavía encontrarás algunas joyas, como los jardines Cismigiu, un parque construido alrededor de un bello lago.
Saliendo del centro hacia el norte, tomarás anchas avenidas, como Soseaua Kiseleff, que discurre paralela a viejos y grandes caserones y zonas verdes, hasta llegar a una réplica del Arco del Triunfo y el elegante parque Herastrau.
Parque Herastrau
El pulmón verde de la capital rumana es este parque que se construyó entre 1930 y 1935. Se encuentra en la parte norte de la ciudad y tiene unas dimensiones muy parecidas a las del Parque del Retiro de Madrid. Más de la mitad de su superficie está ocupada por un gran lago que tiene varias funciones. En verano se llena de embarcaciones de remo o motor y en invierno, cuando se congela, sirve de inmensa pista de patinaje para los jóvenes rumanos que vienen a divertirse.
Esculturas, jardines, arte urbano, flores y fuentes son algunos de sus atractivos, aunque el lugar más visitado del parque Herastrau es el Museo Satului, el mejor lugar para conocer las raíces del pueblo rumano.
Museo Satului
Caminando por las ajetreadas calles de Bucarest, es complicado darse cuenta de que, excepto la capital y un pequeño puñado de grandes ciudades, Rumanía es un país eminentemente agrario.
Para conocer esa parte de Rumanía, lo mejor que hacer en Bucarest es visitar el Museo Satului.
Este museo etnográfico al aire libre, presenta unas 300 edificaciones de distintas zonas, estilos y épocas. Casas, establos, molinos, cobertizos, almacenes de grano, etc. Durante siglos, las comunidades de campesinos – separadas del mundo por montañas infranqueables y sometidas bajo el mandato de conquistadores turcos, húngaros o austríacos – estaban obligadas a sobrevivir con lo que tenían a su alcance.
Aquí podrás ver sus trabajos en madera, sus utensilios de cocina, aperos de labranza, instrumental para tejer, etc. Además de su evolución a lo largo del tiempo.
También podrás encontrar una exposición sobre los esfuerzos comunistas para nacionalizar el campo en los 70 y 80, con algunos bustos de Lenin. Y cómo no, la típica tienda de los museos donde poder comprar un original suvenir.
Se trata de una visita educacional, curiosa y divertida en uno de los museos más visitados de Rumanía.
Museo Nacional de Arte de Rumanía
Este museo tiene su sede en el antiguo Palacio Real de Bucarest y es el mejor lugar de Rumanía para disfrutar de arte rumano, europeo y oriental.
El complejo incluye la Galería Nacional (arte rumano moderno y medieval) y la Galería de Arte Europeo. Además de las múltiples exposiciones temporales, también puedes reservar uno de los tours guiados por la antigua Sala del Trono y otras estancias de palacio de relevancia histórica.
El Museo de Colecciones de Arte, el Museo K.H. Zambaccian y el Museo Theodor Pallady también forman parte del complejo.
Pequeñas iglesias escondidas
Rumanía es un país de profundo sentido religioso ortodoxo, pero la verdadera belleza de la arquitectura eclesiástica de Bucarest la encontrarás en pequeñas iglesias y capillas escondidas y no en las típicas grandes catedrales, como ocurre en otros países de Europa. Muchas de estas iglesias fueron construidas en los siglos XVII y XVIII, mostrando elementos de estilos bizantino, griego y otomano, con pinceladas renacentistas.
Comparten algunos elementos comunes, como los altos campanarios, balaustradas de piedra y elaborados frescos en sus paredes.
El monasterio de Stavropoleos, en el centro histórico, es el ejemplo más emblemático, con sus fantásticas pinturas murales y sus puertas grabadas.
Algunas otras iglesias que merecen la pena una visita – si consigues encontrarlas - son Antim, Doamnei y la de los Santos Apóstoles.
Bebe y baila en el centro histórico
Una de las cosas que hacer en Bucarest es vivir la noche. Puede que no sea la ciudad más bonita y monumental del mundo, pero lo cierto es que está muy viva y ofrece buen ocio nocturno.
Hace años, el centro histórico de Bucarest recibió una necesaria limpieza de cara. Esta zona - que en su día fue un lugar donde se instalaron herrerías y demás negocios tradicionales medievales - se ha convertido en la mejor área de bares, cafeterías y discotecas de la ciudad.
Pequeñas callejuelas, como Strada Smardan o Strada Covaci, hierven con los fiesteros que siguen la típica progresión nocturna: cena-bebidas-bailar.
Para tomarte unas buenas copas, prueba Bicicleta, un local decorado de una forma muy original: con viejas bicicletas de distintas épocas.
Cuando ya estés buscando algo un poco más animado, un par de buenas discotecas son La Muse y Mojo, ambas en el corazón del centro histórico. No lejos de ellas se encuentra Biutiful, uno de los sitios más cool del panorama nocturno de Bucarest que te hará rascarte el bolsillo algo más que en las otras opciones.
Plaza de la Revolución (Piata Revolutiei)
Este lugar que visitar en Bucarest es uno de los que atesora una importante historia reciente.
La Plaza de la Revolución llama la atención por su arquitectura, pero su significado es mucho más profundo que eso.
En diciembre de 1989 la situación de Rumanía era desesperada. El régimen de Nicolae Ceausescu había llevado al país a una situación de hambruna, retraso industrial y pobreza extrema. La gente ya no aguantaba más y las protestas se sucedían por todo el país.
El 21 de diciembre de ese año, Ceausescu salió al balcón de la sede del Partido Comunista Rumano e intentó dar un discurso, pero fue abucheado e increpado sin cesar. Al acabarlo, tomó un helicóptero junto con su mujer y huyeron. No les sirvió de mucho, pues fueron apresados, juzgados y ejecutados en un tiempo record. El 25 de diciembre de 1989 el dirigente pagaba con su vida todas las atrocidades que había cometido durante la misma. Más de mil personas perdieron la vida durante ese diciembre. La mayoría de ellas en las revueltas de Bucarest. Algunos de los combates más sangrientos tuvieron lugar en esta plaza y se construyó un monumento para conmemorar a los valientes que cayeron, justo frente a la sede del partido que tantas desgracias les había traído.
Créditos Fotografía © Alexandru Stoica
Galerías de Arte Moderno
Durante los últimos años, Rumanía ha empezado a cobrar relevancia en el campo del arte moderno.
Las primeras incursiones fueron llevadas a cabo por un grupo de jóvenes pintores de Cluj-Napoca – una de las principales ciudades del norte del país - , pero parte de la acción ha pasado ahora a Bucarest, donde han comenzado a abrir nuevas galerías y centros de diseño.
Es complicado precisar los elementos del arte moderno rumano, pero los críticos dicen que es como una mezcla de surrealismo, humor negro y toques sombríos.
Si quieres intentar descubrirlo por ti mismo, algunas de las galerías de arte que visitar en Bucarest son: Galería Zorzini, Galería H’art, Galería Anaid y Galería Galateca. Esta última posee una tienda, Neogalateca, donde se exhiben increíbles diseños en objetos de cristal y muebles.
Ateneo Rumano
Si eres un melómano, una de las cosas que debes incluir en tu lista de cosas que hacer en Bucarest es asistir a un concierto en el Ateneo Rumano.
El Ateneo Rumano abrió sus puertas en 1888 y es la sede de la Filarmónica George Enescu.
Aunque no seas un gran fan de la música clásica, la belleza del edificio merece ser contemplada. El estilo principal es el neoclásico, con sus imponentes columnas ocupando la parte central de su fachada. En su interior destaca su techo abovedado, profusamente decorado en tonos dorados y ocres, y el magnífico fresco circular de Costin Petrescu, que escenifica los momentos importantes de la historia de Rumanía, desde la conquista romana hasta la creación de la Gran Rumanía (1918).
Tiene una capacidad para unas 800 personas y frente al edificio hay un hermoso jardín adornado con coloridas flores.
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