martes, 7 de febrero de 2017

Ivanovo, Bulgaria

Las sorprendentes Iglesias rupestres de Ivanovo (Bulgaria)

Arte búlgaro medieval son los frescos que se conservan en un grupo de Iglesias excavadas en la roca, muy cerca de la localidad de Ruse en Bulgaria. Sobre 1320 el que luego fue patriarca de este país, Joaquín, fundó la primera comunidad en las cuevas que los monjes fueron excavando hasta construír más de 300 cuevas (algunas no se conservan) entre las que se encuentran 40 Iglesias. Varios monarcas como Ivan Asen o Ivan Aleksandär realizaron importantes donaciones pues en los siglos XIII y XIV la nobleza búlgara tenía muy buena relación con los monasterios, más tarde esta relación empezó a cambiar con la ocupación otomana del país.

La principal importancia de este complejo monacal consiste en los frescos del Siglo XIII y XIV considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En cinco de las Iglesias se pueden apreciar además de los frescos muchas inscripciones, especialmente en la capilla del Arcángel Miguel, la Iglesia de San Teodoro y la de Santa Madre de Dios así como el baptisterio de la Capilla Gospodev Dol. La inscripción más importante es la del monje Ivo Gramatik que fue realizada en el siglo XIV.

El patriarca Joaquín tuvo muchos seguidores de su doctrina hesicasta según la cual la espiritualidad de la persona se puede elevar con el recogimiento y aislamiento, los monjes (unos 80) vivían en estas cuevas y se alimentaban de los frutos del bosque, raíces y algunos cereales que cultivaban. El hesicasmo (cristianismo oriental de la Iglesia Ortodoxa) era la religión oficial de Bulgaria y Bizancio y ha quedado reflejado para siempre en estas cuevas. Pese a tener un acceso complicado, recibe miles de peregrinos y turistas cada año de todas partes del mundo por el interés que despiertan los frescos que decoran las paredes de estas antiguas e increíbles cuevas excavadas en la montaña.

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